Colección: Serafinita

Serafinita, nombre comercial de una forma particular de clinocloro, es un mineral de color verde oscuro caracterizado por sus patrones blancos como plumas que se asemejan a alas de ángel; de ahí el nombre derivado de los serafines, el orden más alto de ángeles en la teología cristiana. Este impresionante mineral se encuentra principalmente en la región del lago Baikal en Siberia, Rusia.

En las prácticas metafísicas, la serafinita se asocia con los chakras del corazón y de la corona, sirviendo como un puente entre los reinos físico y celestial. A menudo se la conoce como la "Piedra de la Iluminación Espiritual" y tiene fama de su alta energía espiritual.

Emocionalmente, se cree que la serafinita promueve la curación emocional al liberar energía negativa y fomentar sentimientos de amor y empatía. Se cree que su energía nutritiva inspira crecimiento personal y paz interior, apoyando el equilibrio emocional y la armonía.

A nivel personal, se dice que la serafinita estimula el chakra del corazón, despertando la energía kundalini y promoviendo una mejor comprensión de uno mismo y de su relación con el universo. A menudo se utiliza para mejorar las capacidades intuitivas y promover la claridad de pensamiento, allanando el camino para la transformación personal y el crecimiento espiritual.

Espiritualmente, se cree que la serafinita facilita la conciencia en muchos planos superiores. A menudo se usa en meditación, donde se dice que su energía ayuda a conectarse con los ángeles y el Divino Femenino. Se cree que inspira iluminación, autocuración y ascensión espiritual.

En esencia, Serafinite, con sus conexiones angelicales, susurra la orquestación divina del universo. Se dice que sus energías fomentan la armonía, el equilibrio y la iluminación, invitándonos a conectarnos con estados superiores de conciencia y vivir en alineación con nuestro yo superior.

Seraphinite