Colección: crisoprasa

La crisoprasa, una variante cautivadora de la calcedonia, es famosa por su encantador y vibrante tono verde que puede variar desde el verde menta claro hasta el verde manzana intenso. Este color luminoso se debe a trazas de compuestos de níquel imbuidos en su estructura. Originaria de varias regiones, incluidas Australia, Brasil y los Montes Urales en Rusia, la crisoprasa se forma en vetas y grietas dentro de materiales erosionados del mineral de níquel.

Desde el punto de vista estético, su verde exuberante y radiante la convierte en una piedra preciosa apreciada para joyería y fines decorativos, una verdadera joya que encapsula el espíritu de la primavera. Sin embargo, no es sólo su belleza física lo que cautiva a los coleccionistas. La crisoprasa tiene un abundante ramo de propiedades metafísicas.

Conocida como la 'Piedra de la Compasión', se dice que promueve sentimientos de amor, perdón y curación del corazón, ayudando a eliminar emociones negativas como la envidia, la ansiedad y la ira. También se cree que la crisoprasa mejora la creatividad y descubre talentos ocultos.

La energía vital de la piedra está vinculada al chakra del corazón, lo que ayuda al crecimiento personal, profundiza las conexiones con los demás y fomenta la sensación de ser parte del todo divino. Además, es una piedra asociada a la buena fortuna y la prosperidad.

Además, la crisoprasa tiene un significado histórico intrigante. Fue admirada tanto por los antiguos griegos como por los romanos y era la piedra preciosa favorita de Alejandro Magno.

Ya sea que esté intrigado por su vibrante color verde, su valor histórico o sus cualidades metafísicas, la crisoprasa sirve como una adición única y alegre a cualquier colección de gemas y minerales.

Chrysoprase