Colección: Larimar

Larimar, también conocida como Piedra del Delfín o Pectolita Azul, es un mineral de silicato poco común que solo se encuentra en la República Dominicana. Sus serenos tonos de azul, a menudo veteados con patrones blancos, se asemejan a las aguas salpicadas de sol del Mar Caribe, su lugar de origen.

En el mundo metafísico, Larimar está asociado con los chakras de la garganta y el corazón. A menudo se la conoce como la "Piedra de la Tranquilidad" debido a sus energías calmantes. Se cree que calma y pacifica, fomentando una mentalidad relajada y pacífica.

Emocionalmente, el Larimar se considera una piedra nutritiva y curativa. Se cree que ayuda a liberar cargas emocionales y apegos negativos, fomentando el equilibrio emocional y la tranquilidad. A menudo se utiliza para aliviar los sentimientos de culpa, miedo y trauma, promoviendo en su lugar el perdón a uno mismo y el amor propio.

A nivel personal, Larimar es apreciado por su capacidad para facilitar una comunicación clara y consciente. Se cree que ayuda a las personas a articular sus pensamientos y emociones con claridad y confianza, promoviendo interacciones armoniosas con los demás.

Espiritualmente, Larimar es reconocido por su conexión con lo divino femenino y el elemento agua. A menudo se utiliza en las prácticas de meditación para mejorar la tranquilidad y una comprensión más profunda del camino espiritual. Se cree que fortalece la intuición, promueve la serenidad y fomenta una conexión más profunda con el ser interior y el universo.

En esencia, Larimar, con su azul relajante y su energía calmante, simboliza la tranquilidad, la comunicación clara y la curación emocional. Sirve como un suave recordatorio de los serenos flujos y reflujos del océano, promoviendo un enfoque pacífico, comprensivo y compasivo de la vida y la comunicación.

Larimar