The Age of Reptiles: Dinosaurs and Marine Reptiles

La Era de los Reptiles: Dinosaurios y Reptiles Marinos

Dominio mesozoico de dinosaurios, pterosaurios y gigantescos reptiles marinos

El mundo mesozoico

Abarcando aproximadamente 186 millones de años (desde ~252 hasta 66 millones de años atrás), la Era Mesozoica consta de los períodos Triásico, Jurásico, y Cretácico. Durante este intervalo, los reptiles (especialmente los dinosaurios) reinaron como los vertebrados grandes más conspicuos, ocupando tierra, mar y aire:

  • Dinosaurios prosperaron en variados ecosistemas terrestres.
  • Pterosaurios (arcosaurios voladores) dominaron los cielos.
  • Reptiles marinos como ictiosaurios, plesiosaurios y mosasaurios dominaron los océanos.

Esta era siguió a la extinción masiva del Pérmico-Triásico, el evento de extinción más devastador en la historia de la Tierra. El Mesozoico terminó con otro golpe catastrófico—la extinción del Cretácico-Paleógeno (K–Pg) (~66 Ma) que significó la desaparición de los dinosaurios no avianos y muchos reptiles marinos, pero dejó una apertura evolutiva para mamíferos y aves. En esta “Era de los Reptiles,” presenciamos las formas triunfantes finales de la evolución de los arcosaurios, revelando cómo evolucionaron, se diversificaron y eventualmente perecieron.


2. Comienzos del Triásico: Después de la mayor extinción

2.1 Recuperación post-Pérmico y ascenso temprano de los arcosaurios

La extinción del Pérmico-Triásico (P–Tr) (~252 Ma) eliminó ~70% de las especies terrestres y ~90% de las marinas, remodelando drásticamente la biosfera de la Tierra. A principios del Triásico, los sobrevivientes—particularmente los primeros arcosaurios—se diversificaron rápidamente para ocupar roles ecológicos vacantes:

  • Arcosauromorfos: Este grupo más amplio incluía a los ancestros de los cocodrilos, pterosaurios y dinosaurios.
  • Sinápsidos (que habían dominado el Paleozoico tardío) se redujeron severamente en diversidad, permitiendo que los arcosaurios ascendieran a los nichos de depredadores ápice y grandes herbívoros en muchos ecosistemas.

2.2 Aparición de los Primeros Dinosaurios

Durante el Triásico Tardío (alrededor de ~230–220 Ma), surgieron los primeros dinosaurios verdaderos. Hallazgos fósiles de Argentina (por ejemplo, Eoraptor, Herrerasaurus) y Brasil, y formas ligeramente posteriores en Norteamérica (Coelophysis) demuestran formas pequeñas, bípedas y de construcción ligera. Las características clave de los dinosaurios incluían una postura erguida (extremidades bajo el cuerpo) y estructuras especializadas en cadera, tobillo y hombro, que les daban agilidad y eficiencia sobre los reptiles que se desplazaban extendidos. En unas pocas decenas de millones de años, estos dinosaurios incipientes se ramificaron en dos clados principales:

  • Saurisquios: “Cadera de lagarto,” incluyendo terópodos (carnívoros bípedos) y sauropodomorfos (herbívoros, que dieron lugar a los gigantes saurópodos).
  • Ornitisquia: “Cadera de ave,” incluyendo varios herbívoros (ornitópodos, tireóforos como estegosaurios y anquilosaurios, ceratópsidos en el Mesozoico tardío) [1], [2].

2.3 Reptiles Marinos del Triásico

En los mares, nuevas líneas de reptiles marinos reemplazaron a las formas paleozoicas:

  • Ictiosaurios: Depredadores con forma de delfín especializados en la caza en aguas abiertas.
  • Notosaurios que dieron lugar a Paquipleurosaurios y eventualmente a Plesiosaurios: formas con extremidades en forma de pala, desde zonas costeras hasta mar abierto.

Estos grupos destacan un patrón rápido y repetido de radiación adaptativa tras la extinción P–Tr, explotando nichos marinos desde zonas costeras poco profundas hasta mares profundos.


3. El Jurásico: Los Dinosaurios Prosperan y los Pterosaurios Vuelan

3.1 Ascendencia de los Dinosaurios en Tierra

El Jurásico (201–145 Ma) vio a los dinosaurios evolucionar hacia numerosas formas icónicas, incluyendo:

  • Saurópodos (por ejemplo, Apatosaurus, Brachiosaurus): Herbívoros imponentes de cuello largo que alcanzaban entre 20 y más de 30 metros de longitud, algunos de los animales terrestres más grandes que jamás hayan existido.
  • Terópodos (por ejemplo, Allosaurus, Megalosaurus): Grandes carnívoros bípedos, aunque también incluyen linajes más pequeños y gráciles.
  • Ornitisquios: Estegosaurios con espinas dorsales, precursores tempranos de anquilosaurios y pequeños ornitisquios bípedos.

Los cálidos climas del Jurásico, las extensas inundaciones continentales y la proliferación de bosques de gimnospermas ofrecieron recursos abundantes. Con menos barreras terrestres (la ruptura parcial de Pangea estaba en curso), los dinosaurios pudieron expandirse por vastas regiones conectadas. Establecieron su dominio en los ecosistemas terrestres, eclipsando a otros reptiles y sinápsidos de la era.

3.2 Pterosaurios: Dominando los Cielos

Simultáneamente, los pterosaurios perfeccionaron el vuelo propulsado:

  • Ramforrincoideos: Formas primitivas con colas largas y tamaños corporales típicamente más pequeños, prosperando en el Jurásico Temprano a Medio.
  • Pterodáctilos: Formas avanzadas con colas reducidas y a menudo grandes crestas en la cabeza, apareciendo en el Jurásico Tardío, produciendo finalmente gigantes como Quetzalcoatlus (en el Cretácico) con envergaduras de más de 10 metros.

Explotaron nichos aéreos que iban desde la insectivoría hasta la caza de peces, actuando como los principales vertebrados voladores antes de que surgieran las aves a partir de ciertas líneas de terópodos más tarde en el Mesozoico [3].

3.3 Diversidad Marina: Ictiosaurios, Plesiosaurios y Otros

En los océanos del Jurásico:

  • Ictiosaurios alcanzaron su máxima diversidad pero luego declinarían en el Cretácico. A menudo tenían cuerpos aerodinámicos, ojos grandes (para visión en aguas profundas) y eran depredadores superiores.
  • Plesiosaurios se volvieron más especializados, divergiendo en formas de cuello largo (Elasmósauridos) con cuellos delgados y formas de pliosaurios de cuello corto (por ejemplo, Liopleurodon) que podrían haber alcanzado tamaños formidables.

Numerosos grupos de peces, ammonites y comunidades de invertebrados marinos también prosperaron en mares cálidos y poco profundos. Al final del Jurásico, la brecha morfológica dejada por los reptiles marinos triásicos extintos fue completamente ocupada por estos nuevos reptiles marinos ápice.


4. El Cretácico: Innovación Evolutiva y Grandeza Final

4.1 Fragmentación Continental y Clima

Durante el Cretácico (145–66 Ma), Pangea se dividió aún más en Laurasia (norte) y Gondwana (sur), produciendo provincias faunísticas más distintas. Climas cálidos de efecto invernadero, altos niveles del mar y mares epicontinentales en expansión moldearon faunas diversas de dinosaurios en diferentes continentes. Esta fue la “época dorada” de los grupos avanzados de dinosaurios:

  • Ornitischios: Ceratópsidos (Triceratops, etc.), hadrosaurios (dinosaurios pico de pato), anquilosaurios, paquicefalosaurios.
  • Terópodos: Tiranoaurios en el norte (T. rex), abelisaurios en el sur, además de dromeosaurios más pequeños similares a rapaces.
  • Sauropodos: Titanosaurios en Gondwana, con especies extremadamente grandes (Argentinosaurus, Patagotitan) [4], [5].

4.2 Orígenes de las Aves y Dinosaurios Emplumados

Ciertos terópodos, especialmente coelurosaurios (por ejemplo, maniraptores similares a rapaces), desarrollaron plumas para aislamiento o exhibición. Para finales del Jurásico o principios del Cretácico, habían surgido dinosaurios avianos completamente desarrollados (aves) (Archaeopteryx es una forma transicional). El registro fósil del Cretácico en China (Biota de Jehol) revela una explosión de linajes de dinosaurios emplumados, cerrando brechas morfológicas entre los dinosaurios “raptores” y las aves modernas, aclarando así cómo surgió el vuelo a partir de pequeños terópodos emplumados.

4.3 Transiciones de reptiles marinos: dominan los mosasaurios

Mientras los ictiosaurios se extinguieron a mediados del Cretácico, y los plesiosaurios continuaron, un nuevo grupo—mosasaurios (grandes lagartos marinos relacionados con los varanos)—alcanzó prominencia como depredadores oceánicos ápice. Algunos mosasaurios alcanzaron longitudes de más de 15 m, cazando peces, ammonites y otros reptiles marinos. Su distribución global en los mares del Cretácico tardío subraya la continua renovación en el dominio de reptiles marinos.


5. Complejidades del ecosistema: alta productividad y nichos diversos

5.1 Revolución de las angiospermas (plantas con flores)

El Cretácico también fue testigo del auge de las plantas con flores (angiospermas), introduciendo nuevas estrategias de polinización, fructificación y semillas. Los dinosaurios se adaptaron a estas comunidades vegetales, con hadrosaurios, ceratópsidos y otros herbívoros posiblemente desempeñando roles en la dispersión de semillas o polinización indirecta. Unido a la abundancia de insectos polinizadores, la complejidad del ambiente terrestre se disparó.

5.2 Interacciones entre insectos y reptiles

La alta diversidad floral estimuló radiaciones de insectos. Mientras tanto, los pterosaurios (algunos especializados en insectivoría) y pequeños terópodos emplumados (algunos también insectívoros) reflejan una interacción compleja. Dinosaurios o reptiles más grandes moldearon el paisaje al ramonear o pisotear la vegetación, similar a las influencias de la megafauna moderna.

5.3 Apariciones de mamíferos

Aunque eclipsados, los mamíferos existieron en el Mesozoico—pequeños, mayormente nocturnos o especializados en ciertas dietas de insectos o frutas. Algunas formas avanzadas (p. ej., multituberculados, primeros terios) ocuparon nichos ecológicos. Sin embargo, no fue hasta la extinción K–Pg que los mamíferos ocuparon los roles de gran tamaño dejados vacantes por la extinción de los dinosaurios.


6. Evolución y declive de los pterosaurios

6.1 Gigantes del Cretácico tardío

Pterosaurios alcanzaron su máxima variedad durante el Cretácico Temprano a Medio, pero eventualmente enfrentaron una mayor competencia de aves avanzadas. Aun así, algunos pterosaurios (azhdárquidos) alcanzaron en el Cretácico tardío envergaduras enormes (~10–12 m), ejemplificados por Quetzalcoatlus. Podrían haber sido carroñeros o forrajeadores terrestres similares a cigüeñas. Al finalizar el Cretácico, los pterosaurios desaparecieron en gran medida, excepto por algunas líneas que sucumbieron a la extinción K–Pg junto con los dinosaurios no avianos [6].

6.2 Posible competencia con aves

A medida que las líneas evolutivas de las aves mejoraron en eficiencia de vuelo, la superposición ecológica con ciertos pterosaurios pequeños o medianos podría haber contribuido al declive de estos últimos. Sin embargo, la causa precisa—ya sea competencia directa, cambios climáticos o el evento de extinción terminal—sigue siendo debatida. Los pterosaurios siguen siendo el único grupo de reptiles que evolucionó vuelo propulsado, lo que subraya su notable éxito evolutivo.


7. La extinción K–Pg: el fin de la era de los reptiles

7.1 El evento catastrófico

Hace alrededor de 66 millones de años, un gran bolido (asteroide o cometa de ~10–15 km de diámetro) impactó cerca de la actual península de Yucatán (impacto de Chicxulub). Este impacto, combinado con un volcanismo masivo (Trampas de Deccan en India), cambió drásticamente el clima global, la química oceánica y la penetración de la luz solar. En apenas milenios (o incluso menos), los ecosistemas colapsaron:

  • Dinosaurios no avianos perecieron.
  • Pterosaurios se extinguieron.
  • Reptiles marinos como los mosasaurios y plesiosaurios desaparecieron.
  • Ammonites y muchos grupos de plancton marino desaparecieron o se redujeron severamente.

7.2 Supervivientes y consecuencias

Las aves (dinosaurios avianos), pequeños mamíferos, cocodrilos, tortugas y algunos lagartos y serpientes sobrevivieron. Liberados de la presencia dominante de los grandes dinosaurios, los mamíferos experimentaron una rápida radiación adaptativa en el Paleógeno, emergiendo como los nuevos grandes vertebrados dominantes en tierra. El límite K–Pg marca así un momento crucial, cerrando la Era Mesozoica y comenzando el Cenozoico, a veces llamado la “Era de los Mamíferos.”


8. Perspectivas paleontológicas y debates en curso

8.1 Fisiología de los dinosaurios

Las investigaciones sobre la histología ósea de los dinosaurios, los anillos de crecimiento y los isótopos sugieren que muchos dinosaurios tenían tasas metabólicas elevadas; algunos proponen que los dinosaurios eran “mesotérmicos” o parcialmente de sangre caliente. Los terópodos con plumas podrían haber tenido una termorregulación significativa similar a la de las aves. La cuestión de cómo los grandes saurópodos regulaban la temperatura interna o cuán rápido corrían los tiranosaurios sigue generando debate.

8.2 Comportamiento y estructura social

Las huellas fósiles revelan comportamientos de manada o grupo en algunas especies de dinosaurios. Los sitios de anidación (por ejemplo, Maiasaura) sugieren cuidado parental, un rasgo avanzado que probablemente contribuyó al éxito de los dinosaurios. Los descubrimientos continuos de posibles anidaciones comunales o comportamientos protectores profundizan nuestra comprensión de la complejidad social de los dinosaurios.

8.3 Paleobiología de los reptiles marinos

Los reptiles marinos como los plesiosaurios desconciertan a los paleontólogos: ¿cómo se alimentaban o maniobraban exactamente los elasmosáuridos de cuello largo? ¿Tenían una fisiología de sangre caliente similar a algunos mamíferos marinos? Los ictiosaurios, que evolucionaron con formas parecidas a peces, generan analogías con los delfines modernos (evolución convergente). Cada nuevo hallazgo fósil (como ictiosaurios preñados o morfologías craneales únicas) refina el rompecabezas de las estrategias de vida de los reptiles marinos.


9. ¿Por qué reinaron los reptiles durante tanto tiempo?

  1. Oportunidad post-Pérmico: Los arcosaurios se diversificaron rápidamente tras el declive de los sinápsidos, estableciendo ecosistemas dominados por dinosaurios.
  2. Innovaciones evolutivas: postura erguida, respiración eficiente, comportamientos sociales/parentales complejos en algunos clados.
  3. Clima mesozoico estable: condiciones cálidas de efecto invernadero con alta conectividad continental permitieron que los dinosaurios se dispersaran ampliamente.
  4. Exclusión competitiva: otras líneas alternativas de grandes herbívoros o carnívoros (sinápsidos, anfibios) permanecieron superadas o confinadas a nichos más pequeños.

Sin embargo, estos factores de éxito no pudieron protegerlos de la devastación abrupta causada por el evento K–Pg, destacando el papel del azar en la historia de la Tierra.


10. Legado y perspectivas modernas

10.1 Aves: dinosaurios vivos

La supervivencia de los dinosaurios aviares (aves) asegura que el legado mesozoico continúe en el mundo moderno. Cada ave, desde el colibrí hasta el avestruz, representa la única línea de dinosaurios que queda, llevando adelante rasgos esqueléticos, respiratorios y posiblemente conductuales moldeados en el Mesozoico.

10.2 Impacto cultural y científico

Los dinosaurios, pterosaurios y reptiles marinos gigantes siguen siendo algunas de las imágenes más icónicas en paleontología y cultura popular, simbolizando el pasado profundo de la Tierra y el dinamismo de la vida. El intenso interés público impulsa nuevos trabajos de campo, imágenes avanzadas e investigaciones colaborativas. La “Era de los Reptiles” es un testimonio del potencial evolutivo cuando surgen oportunidades ecológicas y de la fragilidad que enfrentan incluso las criaturas más poderosas ante cambios catastróficos.

10.3 Descubrimientos futuros

Con continuas búsquedas de fósiles en Asia, Sudamérica, África y más allá, probablemente esperan ser descubiertas nuevas especies de dinosaurios e incluso clados enteros. Escaneos sofisticados por TC, análisis isotópicos y reconstrucciones 3D revelan comportamientos, colores, dietas y patrones de crecimiento que antes eran imposibles de conocer. Mientras tanto, la reexaminación de colecciones de museos con nuevas tecnologías frecuentemente produce revelaciones frescas. Sin duda, la historia de la “Era de los Reptiles” del Mesozoico continúa expandiéndose con cada nuevo hallazgo.


References and Further Reading

  1. Benton, M. J. (2019). Dinosaurios redescubiertos: la revolución científica en paleontología. Thames & Hudson.
  2. Brusatte, S. L. (2018). El auge y la caída de los dinosaurios: una nueva historia de un mundo perdido. William Morrow.
  3. Padian, K., & Chiappe, L. M. (1998). “El origen y la evolución temprana de las aves.” Biological Reviews, 73, 1–42.
  4. Upchurch, P., Barrett, P. M., & Dodson, P. (2004). “Investigación sobre dinosaurios saurópodos: una revisión histórica.” En The Sauropods: Evolution and Paleobiology, University of California Press, 1–28.
  5. Carrano, M. T., & Sampson, S. D. (2008). “La filogenia de Tetanurae (Dinosauria: Theropoda).” Journal of Systematic Palaeontology, 6, 183–236.
  6. Witton, M. P. (2013). Pterosaurios: Historia Natural, Evolución, Anatomía. Princeton University Press.
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